Dirección asistida: su función, su funcionamiento y su mantenimiento

La dirección asistida es un sistema introducido en los automóviles para aligerar de manera significativa la conducción en lo que respecta a la dirección. Si bien el concepto nació en 1876, su comercialización entre el público en general no comenzó hasta 1951, cuando empezó a ofrecerlo la marca Chrysler. Hoy en día, los nuevos coches ofrecidos por los fabricantes incorporan ya la dirección asistida.

Un vehículo sin dirección asistida ofrece más resistencia al girar las ruedas, lo cual se percibe claramente al volante. La maniobra requerirá más esfuerzo por parte del conductor, en especial cuando tenemos metida una marcha corta y sobre todo a la hora de aparcar el vehículo. La dirección asistida permite reducir de manera significativa este esfuerzo gracias a un sistema hidráulico, hidroeléctrico o eléctrico. La gestión equilibrada de la sensibilidad del volante garantiza una conducción más cómoda y segura.

La dirección asistida desempeña tres funciones fundamentales:

• Reduce el número de vueltas que se debe dar al volante.
• Reduce el esfuerzo requerido durante las maniobras de dirección en marchas cortas.
• Permite adaptar la asistencia del sistema según la velocidad. Hablaremos así de una dirección asistida adaptada a la marcha.

Para los vehículos, hay tres tipos de sistemas de dirección asistida:

• Dirección asistida hidráulica: consta de una bomba hidráulica que genera presión gracias al aceite de dirección. Esta presión actúa sobre un cilindro colocado en la barra de dirección y acompaña el esfuerzo del conductor durante la dirección.
• Dirección asistida electrohidráulica: la bomba hidráulica se sustituye por un motor eléctrico para generar presión hidráulica. El motor se controla con precisión mediante un calculador.
• Dirección asistida eléctrica: en este tipo ya no se necesita el sistema hidráulico. La presión hidráulica se sustituye por señales eléctricas que activan un motor eléctrico integrado en la columna de dirección. Ayuda a los movimientos del conductor. Todo está controlado por el calculador de dirección.

Para los sistemas eléctricos, el mantenimiento es prácticamente inexistente. Por otro lado, para aquellos con un circuito hidráulico, es necesario asegurarse con la debida regularidad de que el nivel de fluido del depósito sea el adecuado. Esto también te permitirá detectar posibles pérdidas. Del mismo modo, debido al uso del fluido, es imperativo realizar un cambio del líquido cada 4 o 5 años o a los 100.000 km.

Esta operación consiste en sustituir todo el líquido del circuito hidráulico del sistema de asistencia. Para hacerlo, las dos ruedas delanteras no deben tocar el suelo.

• Localiza el depósito de expansión y halla la manguera de retorno del líquido;
• desconecta la manguera de alimentación del depósito para vaciar el líquido usado;
• rellena el depósito de expansión;
• arranca el motor;
• gira el volante alternativamente a la derecha y a la izquierda, tratando siempre de llegar al tope de cada lado;
• durante las maniobras con el volante, ve rellenando poco a poco el depósito con el líquido nuevo, sin hacer vacío;
• deja de llenar cuando la cantidad de líquido corresponda a la capacidad total del circuito;
• fija la manguera de alimentación en su posición original y asegúrate de que el nivel de líquido sea el correcto.

En general, la dirección asistida utiliza aceite ATF (Automatic Transmission Fluid). Algunos fabricantes, como Citroën, prefieren un determinado fluido de dirección, como LHM (Mineral Hydraulic Fluid). Los aceites ATF tienen características técnicas específicas. Hay diferentes tipos de ATF, cada uno de los cuales cumple con un estándar determinado, que verás resaltado con un código de color. Para elegir el fluido hidráulico de tu coche, consulta las recomendaciones del fabricante y la información indicada en el embalaje del producto que desees utilizar. Por norma general, los diferentes ATF no se pueden mezclar.

Si el chivato luminoso de la dirección asistida te advierte de una anomalía o si notas alguna de las siguientes señales, ponte en contacto con el servicio de Peugeot cuanto antes:

• la dirección asistida está suelta;
• la dirección asistida está dura cuando el coche está parado;
• la dirección asistida es demasiado sensible;
• la dirección asistida hace ruido;
• la dirección asistida es demasiado blanda;
• la dirección asistida se bloquea.