Consejos de limpieza-Publicado 01/03/2023-Actualizado 03/12/2024
Reciclaje de baterías de coches eléctricos: qué hay que saber
Las baterías de los vehículos eléctricos están consideradas contaminantes, por lo que se las mira con malos ojos cuando llegan al final de su vida útil. Sin embargo, en los últimos años ha crecido de manera considerable el reciclaje de las baterías de coches eléctricos, lo que permite dar una segunda oportunidad a la mayor parte de estos acumuladores de energía que los talleres se encargan de recoger. Descubre cómo funciona su reciclaje.
¿Por qué reciclar las baterías de los coches eléctricos?
Las baterías de los coches eléctricos están fabricadas con componentes químicos contaminantes como el litio, el cobalto, el níquel o el manganeso. Es imperativo evitar verter estos componentes en la naturaleza. Deben reciclarse, por razones obvias de preservación del medio ambiente y de seguridad, ya que algunos de ellos son muy inflamables y tóxicos.
En España, el reciclaje de las baterías de los coches eléctricos se rige por la Directiva Europea 2006/66/CE, incorporada al ordenamiento jurídico español mediante el Real Decreto 106/2008, de 1 de febrero, sobre pilas y acumuladores y la gestión ambiental de sus residuos. Este último establece que "[L]os productores de pilas, acumuladores o baterías industriales […] quedan obligados a aceptar, de los poseedores o usuarios finales, las pilas, acumuladores y baterías industriales usados que les entreguen, y ello sin coste alguno para dichos poseedores o usuarios finales". Por su parte, la mencionada directiva europea sobre reciclaje de baterías de automóviles eléctricos exige una proporción mínima de reciclaje de las baterías:
- al menos el 65 % del peso de las baterías de ácido-plomo;
- al menos el 75 % del peso de las baterías de níquel-cadmio (si bien la venta de estas baterías está prohibida desde la Directiva Europea 2002/95/CE);
- al menos el 50 % del peso de las baterías de iones de litio.
¿Cómo reciclar la batería de un coche eléctrico?
La batería de un coche eléctrico puede pesar entre 100 y 600 kilos, a veces más. Se trata, por tanto, de un elemento de gran volumen que debe desmontarse con precaución para poder así recuperar los diversos componentes que lo forman. En los últimos años, la opción preferida de los fabricantes han sido las baterías de iones de litio, sobre todo porque su autonomía es mayor que las demás. Por lo tanto, estos acumuladores de energía son los que más se reciclan hoy en día.
Cuando se va a reciclar una batería de litio de un automóvil eléctrico, la batería se somete en primer lugar a la descarga total de su energía. En muchos modelos, la batería alcanza el final de su vida útil cuando su capacidad se reduce a menos del 70%, por lo que queda un pequeño margen de energía residual. Una vez que queda descargada totalmente, la empresa de reciclaje de baterías de automóviles eléctricos sigue estos pasos, por este orden:
- desmontaje de todos los elementos para su envío a los correspondientes canales de reciclaje;
- separación de cada parte para recuperar las células activas, el verdadero corazón de la batería;
- triturado de las baterías para separar los diferentes metales (ferrosos y no ferrosos);
- recuperación de metales ferrosos y no ferrosos a través de la hidrometalurgia, que consiste en extraer los metales por procedimientos químicos para reutilizarlos.
¿Cuál es el saldo medioambiental del reciclaje de coches eléctricos?
Las baterías tanto de los coches nuevos como de los coches de ocasión tienen una vida útil de en torno a 8 años, o hasta 10 en algunos modelos, dependiendo del fabricante. Dado que por nuestras carreteras circulan varios cientos de miles de coches eléctricos, el tratamiento de las baterías que llegan al final de su vida útil se ha disparado en los últimos años. En efecto, tarde o temprano habrá que reciclar tantas baterías como vehículos eléctricos haya en circulación. Con este objetivo, están creándose empresas de reciclaje de baterías de coches eléctricos, en colaboración con los propios fabricantes y con las plantas de refinería de metales y reciclaje de desechos.
El saldo medioambiental del reciclaje de baterías de coches eléctricos es prometedor. De hecho, los metales extraídos de las baterías usadas se reutilizan para fabricar nuevas baterías u otros productos. Por otro lado, la reutilización de los materiales existentes limita la necesidad de nuevos componentes cuya extracción es contaminante, como las minas de cobalto, manganeso o del litio mismo, cuya extracción requiere grandes cantidades de agua.