¿Debo elegir un vehículo de gasolina o diésel?

Los motores de gasolina y diésel funcionan de forma muy parecida, excepto en lo que respecta al encendido. En un motor de gasolina, el pistón sube por el cilindro y comprime la mezcla, que se enciende mediante una bujía, cuyo electrodo produce una chispa con cada compresión. 

En un motor diésel, en cambio, no hay bujías ni otros componentes que generen la explosión. Es simplemente la fuerza de la compresión, que es mucho mayor que en un motor de gasolina, y el calor producido lo que crea la explosión. Es por ello que un motor diésel se denomina en ocasiones "motor de autoencendido". Las bujías que encontramos en un motor diésel son las denominadas "bujías de incandescencia", que, como su nombre indica, se utilizan para calentar el motor a la temperatura adecuada a fin de favorecer la explosión.

El gasóleo es especialmente apropiado para vehículos pesados, como camiones, autobuses, tractores y maquinaria de construcción. Todos ellos equipan un motor diésel, dada su elevada potencia a bajas revoluciones. Lo mismo ocurre con los coches de dimensiones particularmente imponentes, como las grandes berlinas o los vehículos crossover.  

De la misma manera, el gasóleo también es el combustible preferido si se conduce con mucha frecuencia, es decir, más de 15 000-20 000 km/año. Esto se debe a que los motores diésel se obstruyen menos y requieren de un mantenimiento menor que los motores de gasolina. Sin embargo, cuando se posee un coche diésel las visitas al taller son a veces un poco más caras, así como los recambios de piezas del coche.

Entonces, ¿son los coches de gasolina más baratos de comprar y los de gasóleo más económicos de mantener? En realidad, se considera que cada tipo de combustible tiene sus ventajas, según se analice dicho aspecto a corto o a largo plazo.

A corto plazo

A la hora de comprar un vehículo, uno de diésel suele ser un poco más caro que un modelo de gasolina. La diferencia suele ser de unos 1500 euros. Además, los costes de mantenimiento de un coche de gasolina son significativamente menores.

A largo plazo

Un coche diésel consume entre un 15 y un 20 % menos de combustible que uno de gasolina, por lo que es más apropiado para los amantes de la conducción, aunque el coste del repostaje en gasolineras no sea ya tan atractivo como lo era en el pasado. No obstante, los modelos de gasolina se están actualizando y consumen mucho menos combustible que hace unos años. Por citar un ejemplo concreto: un Peugeot 3008 con un motor de 130 CV consumiría 5,1 l/100 km si es de gasolina (1.2 PureTech) y 4,1 l/100 km si se tratara de un diésel (1.5 BlueHDi).

Por último, cabe mencionar que los vehículos diésel acostumbran a venderse mejor que sus homólogos de gasolina. Esto se debe a que sus motores no se desgastan rápidamente, por lo que suelen gozar de una vida útil más larga.

Tanto la gasolina como el gasóleo se consideran combustibles muy contaminantes. Solo los motores eléctricos e híbridos evitan la emisión de partículas finas y de CO2 a la atmósfera, siempre y cuando no se ahonde la cuestión de la procedencia de dicha energía eléctrica. Como sucede con todo tipo de vehículos, siempre es aconsejable comprobar si el modelo de gasolina o diésel que esté pensando en comprar está sujeto a una sanción medioambiental, lo que podría aumentar los gastos. A grandes rasgos, la gasolina goza de una mejor reputación que el diésel desde el punto de vista medioambiental, principalmente desde el escándalo del "dieselgate" desatado en 2017.

¿Qué contamina más, la gasolina o el gasóleo? No hay una respuesta definitiva a esta pregunta, ya que depende del tipo de contaminación del que hablemos. Por ejemplo, el motor diésel emite menos CO2 y gases de efecto invernadero porque es más eficiente que el de gasolina. Como se consume menos combustible para cubrir una determinada distancia, matemáticamente las emisiones que se vierten a la atmósfera son inferiores. Aunque, por otro lado, si consideramos el asunto de las partículas finas y los contaminantes atmosféricos, la gasolina es mucho menos contaminante. Teniendo en cuenta que el motor diésel requiere de una gran proporción de aire, esto se traduce en cantidades considerables de gases y partículas finas –como hidrocarburos aromáticos policíclicos, etano y etileno– que se arrojan al entorno.

¿Conduce mayoritariamente en ciudad? En ese caso, asegúrese de si necesitará un tipo de pegatina oficial específica para su nuevo coche, a fin de determinar si la compra se adapta o no al uso que tenía previsto. Tenga presente que en algunas ciudades se prohíbe el acceso a ciertas zonas a los vehículos más contaminantes.

En definitiva, si se pregunta ¿qué combustible elegir?, ¿gasolina o diésel?, los expertos en automoción coinciden en que si conduce más de 20 000 km/año, o incluso 15 000 km/año, en términos generales, un motor diésel es la mejor opción. Si su kilometraje particular se encuentra por debajo de esos parámetros, un motor de gasolina sería entonces el más conveniente. Esas cifras, que recordará con facilidad, le permitirán escoger con suma sencillez el tipo de combustible que se adapte a su estilo de conducción y a sus necesidades. Con todo, si lo que pretende principalmente es cubrir trayectos cortos en ciudad, también puede optar por un vehículo híbrido o eléctrico, que es menos contaminante.