¿Cómo funciona el leasing de un coche?

Adquirir un coche en leasing significa alquilar un vehículo durante un periodo de tiempo determinado y convertirse en su propietario al final del contrato a cambio del pago de una contrapartida económica. La duración de un contrato de leasing varía entre 12 y 72 meses, mientras que la cuota mensual del leasing de un coche depende, principalmente, de la duración del contrato y del valor del vehículo. 

Al concluir un contrato de arrendamiento o leasing, el cliente tiene la opción de: 

• comprar el vehículo, pagando una suma adicional;
• devolver el coche en leasing para alquilar uno nuevo o por cualquier otro motivo.

Estas dos posibilidades confieren al leasing de un coche cierta flexibilidad, lo que hace que este tipo de arrendamiento de coches sea especialmente popular. 

El leasing con opción a compra (LOC) se diferencia del arrendamiento o renting a largo plazo (RLP) en que, en esta última fórmula, no es posible comprar el coche al expirar el contrato. Si desea alquilar un vehículo con la intención de comprarlo cuando finalice el contrato, ha de recurrir al leasing con opción a compra.

Un coche en leasing con opción a compra, o LOC, es en realidad un préstamo al consumo contraído con una entidad financiera. Los pagos mensuales del alquiler se utilizan para reembolsar dicho préstamo, cuya duración es igual a la del contrato de arrendamiento. 

Cuando se recurre al leasing, a menudo se requiere un depósito, que asciende al 5-10 % del precio al contado del vehículo. Este depósito se deducirá del precio de compra al final del contrato de alquiler. La empresa de leasing o arrendamiento también puede solicitar una fianza que se devolverá al final del contrato si el coche no ha sufrido desperfectos.

Por otro lado, se puede interrumpir un contrato de leasing o arrendamiento en curso por varios motivos. Sin embargo, cabe subrayar que la mayoría de los contratos aplican una penalización económica por la rescisión anticipada del contrato. Igualmente, también es posible comprar el vehículo en leasing antes de que finalice el contrato. Y en este caso, el acuerdo inicial también puede prever el pago de una contraprestación.

En el supuesto de fallecimiento del arrendatario, en cambio, el contrato de arrendamiento se extingue en el acto, siempre y cuando los herederos presenten un certificado de defunción. Este procedimiento previsto en el contrato suele ser gratuito y solo los daños del vehículo correrían a cargo del patrimonio del fallecido o de sus herederos.

Alquilar un coche en leasing dará lugar a un contrato entre el cliente y el concesionario arrendador. Este documento incluirá información relativa a:

• la entidad prestamista;
• los datos de contacto del cliente;
• información sobre el vehículo (marca, modelo, potencia, motor, año de matriculación, etc.);
• la duración del contrato;
• el precio de compra al contado del vehículo (a título informativo);
• el número y el importe de las mensualidades;
• el coste del depósito inicial de arrendamiento;
• el importe de la opción de compra al finalizar el contrato.

Además, se podría añadir información legal como:

• una referencia a la existencia de un plazo de revocación de 14 días desde la firma del contrato;
• las consecuencias de un incumplimiento por parte del prestatario (incumplimiento de contrato, costes, etc.);
• el nombre y la dirección de los organismos que recibirían una notificación en caso de litigio.

El leasing de un coche puede reportar numerosas ventajas, pero también implica algunas limitaciones.

Ventajas del leasing 

A la hora de hacer una simulación para contratar un coche en leasing, la herramienta utilizada suele arrojar el precio al contado del vehículo y las cuotas mensuales. Es entonces cuando comprobará que el leasing permite la contratación de un servicio de arrendamiento sin preocupaciones, con pagos mensuales que a menudo son más bajos que los de un préstamo para adquirir un coche. 

Otra ventaja del leasing es que al vencerse el contrato será libre a la hora de decidir si comprar el vehículo o devolverlo definitivamente. En el primer caso, a la suma que queda por pagar se le restaría la aportación inicial y todas las mensualidades ya abonadas, lo que hace que la compra sea especialmente atractiva.

Desventajas del leasing con opción a compra (LOC)

Aunque el leasing con opción a compra (LOC) resulta más caro que un simple alquiler o renting a largo plazo (RLP), es importante considerar que con un renting a largo plazo las mensualidades abonadas no pueden recuperarse a través de la compra, como ocurre con el LOC.

Además, los gastos de mantenimiento del vehículo en el leasing con opción a compra suelen correr a cargo del arrendatario, salvo que el contrato disponga lo contrario. Asimismo, el coste del seguro del coche recaerá íntegramente en el cliente.

El leasing con opción a compra de un coche termina en la fecha estipulada en el contrato. Ese día tendrá que volver al concesionario donde se firmó el contrato de arrendamiento (quizá sea preciso fijar una cita previa). En función de su decisión, podrá entregar el vehículo o comprarlo. En el primer supuesto, el vehículo se someterá a una inspección exhaustiva para comprobar que no hay abolladuras en la carrocería o que se ha respetado el límite impuesto al kilometraje. Si no fuera así, se cargarían costes adicionales.

En ningún caso podrá vender un coche en leasing mientras el contrato de arrendamiento esté vigente, dado que el vehículo no le pertenece. Se convertirá en el propietario o la propietaria cuando la compra final haya sido realizada al término del contrato. Una vez comprado el coche, ya podrá venderlo si lo desea.